En el Dharma me refugio

miércoles

BIOGRAFÍA DE UN FILOSOFO BUDISTA


Nāgārjuna (150 - 250) fue un filósofo indio, fundador de la escuela Madhyamaka (camino medio) del budismo mahāyāna. Probablemente es el pensador budista mahayana más influyente, tras el propio Gautama Buddha.
Se sabe muy poco acerca de la vida real del Nagarjuna histórico. Las dos biografías más extensas, una en chino y la otra en tibetano, se escribieron muchos siglos después de su muerte, e incorporan mucho material mítico.
Nagarjuna nació como hindú (lo que en esa época significaba el seguimiento estricto de los Vedas), probablemente en una familia de casta superior brāhmana, probablemente en la región Andhra (en el sur de la India).
Fue el fundador de una de las tradiciones de pensamiento más influyentes de las doctrinas de la India, la Escuela de la Vía Media o Madhyamaka. Su doctrina del vacío fue debatida durante más de un milenio en China, Tíbet, Corea y Japón. El budismo zen lo considera uno de sus precursores y sus ideas todavía despiertan intensos debates académicos.
Su doctrina del vacío (sunyatā sostiene que todas las cosas son condicionadas, de modo que no es posible encontrar nada en el mundo que tenga una naturaleza propia (en sánscrito,svabhāva). Esa falta de naturaleza propia es lo que las convierte en vacías. Pero lo más sobresaliente de esta doctrina es que las palabras que la ponen de manifiesto se consideran a su vez vacías. Así, el discurso de la vacuidad es tan vacío como las cosas mismas. El mundo no es diferente del lenguaje.

LOS DIEZ PRECEPTOS

El Primer Precepto: Me comprometo a la práctica del amor; 
Me abstengo de matar a los seres vivos.

El Segundo Precepto: Me comprometo a la práctica de la generosidad; 
Me abstengo de robar.

El Tercer Precepto: Me comprometo a la práctica de la responsabilidad
sexual; Me abstengo de la mala conducta sexual.

El Cuarto Precepto: Me comprometo a la práctica de la comunicación
veraz. Me abstengo del habla falso.

El Quinto Precepto: Me comprometo a la práctica del habla amable; 
Me abstengo del habla escabroso.

El Sexto Precepto: Me comprometo a la práctica del habla con sentido; 
Me abstengo del habla frívolo.

El Séptimo Precepto: Me comprometo a la práctica del habla armonioso;
Me abstengo del habla difamatorio.

El Octavo Precepto: Me comprometo a la práctica de la tranquilidad;
Me abstengo de la avaricia.

El Noveno Precepto: Me comprometo a la práctica de la compasión:
Me abstengo del odio.

El Décimo Precepto: Me comprometo a la práctica de la sabiduría: 
Me abstengo de puntos de vistas egocéntricos.

jueves

SERMON DE BENARES


“Y el Bienaventurado habló así a los cinco discípulos:
Esta es la noble verdad del dolor. El nacimiento es dolor, el desgaste es dolor, la enfermedad es dolor, la muerte es dolor. La presencia de los objetos que odiamos es dolor, la ausencia de los objetos que amamos es dolor; no conseguir lo que deseamos es dolor. En una palabra: el apego a la existencia es dolor.
Esta es la noble verdad de la causa del dolor: el anhelo, que lleva al renacimiento, acompañado de placer y de concupiscencia, que encuentra aquí y allí su placer. (Este anhelo es triple), a saber: anhelo de placer, anhelo de existir, anhelo de prosperidad.
Esta es la noble verdad de la cesación del dolor: (cesa con) la cesación completa de este anhelo, una cesación que consiste en la ausencia de todas las pasiones; con el abandono de este anhelo, con la renuncia a él, con la liberación con respecto a él, con la destrucción del deseo.
Esta es la noble verdad del sendero que lleva a la cesación del dolor, el noble sendero óctuple, es decir, la recta creencia, recta aspiración, recta habla, recta conducta, rectos medios de vida, recto esfuerzo, recta memoria, recta meditación...
¿Y qué es, monjes, la recta visión? Es el conocimiento del dolor, el conocimiento de la causa del dolor, el conocimiento de la cesación del dolor y el conocimiento del camino que lleva a la cesación del dolor. A esto, monjes, llamo recta visión.
¿Y qué es la recta intención? La intención de renunciar, la intención de no herir, la intención de no dañar. A esto, monjes, se llama recta intención.
¿Y qué es la recta habla? Abstenerse de la falsedad, de palabras maliciosas, de palabras duras, de palabras frívolas. A esto, monjes, se llama recta habla.
¿Y qué es la recta acción? Abstenerse de quitar la vida, de apropiarse de lo ajeno, del mal trato carnal. A esto, monjes, se llama recta acción.
¿Y qué son los rectos medios de vida? Aquí un noble discípulo, abandonando un falso modo de ganarse la vida, obtiene su sustento mediante los rectos medios de vida. A esto, monjes, se llama rectos medios de vida.
¿Y qué es el recto esfuerzo? Aquí un monje, al no producirse pensamientos malos y ruines que aún no han surgido, ejercita la voluntad, intensifica el esfuerzo, empieza a ejercitarse, aplica y ejercita su mente. Al rechazar los malos y ruines pensamientos que han surgido, ejercita su voluntad, intensifica el esfuerzo, empieza a ejercitarse, aplica y ejercita su mente... A esto, monjes, se llama recto esfuerzo.
¿Y qué es la recta memoria?... Sobre los pensamientos, permanece contemplando sus pensamientos, ardiente, atento, consciente, disipando su anhelo y desaliento con respecto al mundo. A esto, monjes, se llama recta memoria.
¿Y qué es la recta meditación?
1) Un monje libre de pasiones y malos pensamientos alcanza el primer trance del gozo y del placer, que va acompañado de razonamiento e investigación, y que surge del retiro, y en él permanece.
2) Al cesar el razonamiento y la investigación, en un estado de serenidad interior, con su mente fija en un solo punto, alcanza el segundo trance del gozo y el placer, que surge de la concentración, y que está libre del razonamiento y la concentración, y en él permanece.
3) Con ecuanimidad e indiferencia con respecto al gozo, permanece atento y dueño de sí, y en su cuerpo experimenta el placer que los nobles llaman ‘morada con ecuanimidad, atenta y feliz’, y alcanza el tercer trance y en él permanece.
4) Desechando el placer y el dolor, e incluso antes de que desaparezcan el júbilo y la depresión, alcanza el cuarto trance, en que no hay placer ni dolor, y que lleva consigo la pureza de la memoria y de la ecuanimidad, y en él permanece. A esto, monjes, se llama recta meditación."

martes

BIOGRAFÍA DE UN MONJE ZEN






Thich Nhat Hanh nació en Vietnam en 1926 ha sido monje budista durante más de cuarenta años además de poeta y activista por la paz. En Vietnam fundó la Escuela de la Juventud para los Servicios Sociales, la Universidad Budista de Vanh Hanh, la editorial Le Boi Press y la Orden del Interser. Ha enseñado en la Universidad de Columbia y la Sorbona y fue nominado por Martín Luter King Jr. Para el Premio Nobel de la Paz en 1967.
Actualmente vive en Plum Village, una comunidad budista cerca de Burdeos, Francia, que él fundó en 1982. Viaja constantemente por el mundo dando enseñanzas y ayudando a los refugiados en todas partes. Siempre preocupado por integrar las enseñanzas de la atención consciente en la vida diaria ha escrito más de 60 libros en inglés, francés y vietnamita. Muchos han sido traducidos al español.

Algunos libros de Thich Nhat Hanh

  • Enseñanzas sobre el amor
  • Sintiendo la Paz
  • Puerta a la Compasión
  • Transformación y sanación
  • Versos para vivir con atención
  • El sol, mi corazón
  • Momento presente, momento maravilloso
  • Las Claves del Zen
  • Buda Viviente, Cristo Viviente
  • Nuestro verdadero hogar
  • Camino Viejo, Nubes Blancas
  • El milagro del Mindfulness
  • La paz está en cada paso
  • Aplacar el miedo
  • La ira. El dominio del fuego interior

LOS 14 PRECEPTOS DE THICH NHAT HANH

 1. No seas idólatra ni te ates a ninguna doctrina, teoría o ideología,
incluso a las Buddhistas. Todos los sistemas de pensamiento son
medios de guía; no son la verdad absoluta.
2. No creas que el conocimiento que tienes en este momento es la
verdad inmutable, absoluta. Evita ser de mentalidad estrecha y
atarte a los puntos de vista presentes. Aprende y practica el
desapego de los puntos de vista para estar abierto a recibir los
puntos de vista de los demás. La verdad se encuentra en la vida y no
meramente en el conocimiento conceptual. Prepárate para aprender
a través de toda la vida y a observar la realidad en ti mismo y en el
mundo en todo momento.
3. No fuerces a los demás, ni siquiera a los niños, por ningún medio
en absoluto, a adoptar tus puntos de vista, ya sea por autoridad,
amenaza, dinero, propaganda o incluso educación. Sin embargo, por
medio del diálogo compasivo, ayuda a los demás a renunciar al
fanatismo y la estrechez.
4. No evites el contacto con el sufrimiento ni cierres tus ojos ante el
sufrimiento. No pierdas la conciencia de la existencia del
sufrimiento en la vida del mundo. Encuentra maneras para estar con
aquellos que están sufriendo por todos los medios, incluyendo el
contacto personal y las visitas, imágenes, sonido. Por tales medios,
despierta tú mismo y a los demás a la realidad del sufrimiento en el
mundo.
5. No acumules riqueza mientras millones están hambrientos. No
tomes como el objetivo de tu vida a la fama, el provecho, la riqueza
o el placer sensual. Vive simplemente y comparte el tiempo, la
energía y los recursos materiales con quienes están en necesidad.
6. No mantengas ira u odio. Tan pronto como surgen la ira y el odio,
practica la meditación sobre  la compasión para comprender
profundamente a las personas que han causado ira y odio. Aprende
a ver a los otros seres con los ojos de la compasión.
7. No te pierdas en la dispersión y en el ambiente que te rodea.
Aprende a practicar la respiración para recuperar la compostura del
cuerpo y la mente, para practicar la atención, y para desarrollar la
concentración y la comprensión.
8. No pronuncies palabras que puedan crear discordia y causar
ruptura en la comunidad. Haz todos los esfuerzos para reconciliar y
resolver todos los conflictos, aunque sean pequeños.
9. No digas cosas falsas por el bien del interés personal o para
impresionar a las personas. No pronuncies palabras que causen
desviación y odio. No difundas noticias que no sabes si son ciertas.
No critiques o condenes cosas de las que no estás seguro. Habla
siempre verdadera y constructivamente. Ten el valor de hablar
sobre situaciones de injusticia, aun cuando hacerlo pueda amenazar
tu propia seguridad.
10. No uses a la comunidad Buddhista para ganancia o provecho
personal, ni transformes tu comunidad en un partido político. Una
comunidad religiosa debe, sin embargo, tomar una actitud clara
contra la opresión y la injusticia, y debe esforzarse por cambiar la
situación sin engancharse en conflictos partidarios.
11. No vivas con una vocación que sea dañina para los humanos y la
naturaleza. No inviertas en compañías que priven a los demás de su
oportunidad de vivir. Elige una vocación que ayude a realizar tu
ideal de compasión.
12. No mates. No permitas que otros maten. Encuentra todos los
medios posibles para proteger la vida y prevenir la guerra.
13. No poseas nada que debería pertenecer a los demás. Respeta la
propiedad de los demás pero evita que los demás se enriquezcan
con el sufrimiento humano o el sufrimiento de otros seres.
14. No maltrates a tu cuerpo. Aprende a manejarlo con respeto. No
veas a tu cuerpo sólo como un instrumento. Preserva las energías
vitales (sexual, respiración, espíritu) para la realización del Camino.
La expresión sexual no debería ocurrir sin amor y compromiso. En
las relaciones sexuales, sé conciente del sufrimiento futuro que
pueda causarse. Para preservar la felicidad de los demás, respeta 3
los derechos y compromisos de los demás. Sé plenamente conciente
de la responsabilidad de traer nuevas vidas al mundo. Medita sobre
el mundo al cual estás trayendo nuevos seres.
No creas que yo siento que sigo todos y cada uno de estos
preceptos perfectamente. Sé que fallo de muchas maneras. Ninguno
de nosotros puede cumplir plenamente cualquiera de ellos. Sin
embargo, debo trabajar hacia una meta. Esta es mi meta. Ninguna
palabra puede reemplazar a la práctica, sólo la práctica puede hacer
a las palabras.
“El dedo que señala la luna no es la luna”.